Existencia
Se extingue el candil eterno,
Se marcha el viajero del cielo,
Para al alba estar de retorno,
Surgiendo en pausado vuelo.
Navegante en un mar de leche
Peregrino entre fulgurantes almas.
Tú que moras más allá de la razón,
Sentado en tu rutilante trono
Y que ufano observas tu creación,
Pues del hombre eres padrino.
Dime, si eres amo del tiempo.
A dónde voy y de donde vengo.
Dime, si eres señor de ánimas.
Qué soy y en qué me convierto.
En lo alto contemplo,
La áurea y argenta cruzada
Sin encontrar ningún consuelo
Para mi alma denostada.
Siento que no saciaré este afán,
Que solo puedo observar,
Como unos vienen y otros van.
Alejandro Fdez 23-02-13