martes, 12 de marzo de 2013
Actividades de "San Manuel Bueno Mártir"
Ahora que el obispo de la diócesis de Renada, a la que pertenece esta mi querida aldea de Valverde de Lucerna, anda, a lo que se dice, promoviendo el proceso para la beatificación de nuestro Don Manuel, o, mejor, san Manuel Bueno, que fue en esta párroco, quiero dejar aquí consignado, a modo de confesión y sólo Dios sabe, que no yo, con qué destino, todo lo que sé y recuerdo de aquel varón matriarcal que llenó toda la más entrañada vida de mi alma, que fue mi verdadero padre espiritual, el padre de mi espíritu, del mío, el de Ángela Carballino.
Al otro, a mi padre carnal y temporal, apenas si le conocí, pues se me murió siendo yo muy niña. Sé que había llegado de forastero a nuestra Valverde de Lucerna, que aquí arraigó al casarse aquí con mi madre. Trajo consigo unos cuantos libros, el Quijote, obras de teatro clásico, algunas novelas, historias, el Bertoldo, todo revuelto, y de esos libros, los únicos casi que había en toda la aldea, devoré yo ensueños siendo niña. Mi buena madre apenas si me contaba hechos o dichos de mi padre. Los de Don Manuel, a quien, como todo el mundo, adoraba, de quien estaba enamorada -claro que castísimamente-, le habían borrado el recuerdo de los de su marido. A quien encomendaba a Dios, y fervorosamente, cada día al rezar el rosario.
De nuestro Don Manuel me acuerdo como si fuese de cosa de ayer, siendo yo niña, a mis diez años, antes de que me llevaran al Colegio de Religiosas de la ciudad catedralicia de Renada. Tendría él, nuestro santo, entonces unos treinta y siete años. Era alto, delgado, erguido, llevaba la cabeza como nuestra Peña del Buitre lleva su cresta y había en sus ojos toda la hondura azul de nuestro lago. Se llevaba las miradas de todos, y tras ellas, los corazones, y él al mirarnos parecía, traspasando la carne como un cristal, mirarnos al corazón. Todos le queríamos, pero sobre todo los niños. ¡Qué cosas nos decía! Eran cosas, no palabras. Empezaba el pueblo a olerle la santidad; se sentía lleno y embriagado de su aroma. Entonces fue cuando mi hermano Lázaro, que estaba en América, de donde nos mandaba regularmente dinero con que vivíamos en decorosa holgura, hizo que mi madre me mandase al Colegio de Religiosas, a que se completara fuera de la aldea mi educación, y esto aunque a él, a Lázaro, no le hiciesen mucha gracia las monjas. «Pero como ahí -nos escribía- no hay hasta ahora, que yo sepa, colegios laicos y progresivos, y menos para señoritas, hay que atenerse a lo que haya. Lo importante es que Angelita se pula y que no siga entre esas zafias aldeanas.» Y entré en el colegio, pensando en un principio hacerme en él maestra, pero luego se me atragantó la pedagogía.
ESQUEMA DE LAS IDEAS PARA EL COMENTARIO CRÍTICO:
Sociedad española de principios del S.XX: Escasa difusión de la cultura, tremenda influencia eclesiástica y católica en la sociedad, emigrantes en América, difícil acceso a la educación
(católica y conservadora), existencia de un sentimiento aticlerical.
PARTES EN LAS QUE SE DIVIDE EL TEXTO EN RELACIÓN CON LAS IDEAS:
Introducción (Seis primeras líneas): Presentación del proceso de beatificación de san Manuel Bueno y valoración del mismo como "Padre espiritual" para la autora de las memorias.
Cuerpo:
-Lineas 7 hasta la 14: Breve descripción de la vida del padre real de la autora, en contraposición de la descripción de san Manuel Bueno. Afirmación del amor que siente su madre por el cura y que le ha hecho olvidar a su marido fallecido.
- Lineas 15 hasta la 21: Descripción de de san Manuel Bueno y de como encandilaba a todos los habitantes del pueblo.
- Líneas 21 hasta el final: Descripción de cómo Ángela (la autora de las memorias) acabó yendo a un colegio de monjas fuera del pueblo.
RESUMEN:
Con motivo del proceso de beatificación de San Manuel Bueno, Ángela decidió escribir sus memorias a modo de confesión secreta. El párroco Manuel fue una persona muy importante en su vida, hasta el punto de convertirte en su "padre", a quien no pudo conocer. Continúa recordando la llegada de Manuel y de como encandilaba a todo el pueblo. Entonces, Ángela se marchó a estudiar a un colegio de monjas fuera del pueblo.
COMENTARIO CRÍTICO:
ANEXO:
Técnica del manuscrito encontrado para dar verosimilitud a la historia. Unamuno se sirve del dialogo para introducir enfoques o opiniones.
dos tipos de enfoque:
- Las memorias a instancias del obispo (Como en el Lazarilllo de Tormes).
- Memorias de San Manuel, de su propia vida
1 cita inicial: alusion a la conversion de pablo torso (connitios amor)
2 enfoque narrativo (tipo narrador, la técnica)
3 varon matrialcal (ambigúedad)
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